La política tiene espacio
Esta habitación, la más grande y con mejores acabados de todos los edificios excavados de La Almoloya se distingue hoy y ayer, y es quien vertebra la comprensión de La Almoloya. Le otorga sentido y cohesión porque este es el lugar erigido para hacer política. En esta serie, y la que sigue, nos detendremos en detalles que nos explicarán cómo lo sabemos.
Foto aérea de detalle del Complejo Habitacional 1, en la que resalta la gran Sala de Audiencias
Las plantas nos ayudan a distinguir detalles. En esta, que representa el Complejo Habitacional 1, donde se encuentra la gran sala, se destacan las banquetas que recorren el perímetro de esta amplia estancia y el gran hogar que preside la zona más elevada donde se ubica el podio, y diferencia también la banqueta del Oeste, ligeramente más elevada que las demás.
Esta perspectiva desde el Este permite apreciar el incendio que asoló la Sala. Se distinguen incluso rastros de calcinación en el estuco que cubrían por completo las banquetas y el piso. Los hoyos que se ven en el centro son las bases de los siete postes que flanquearon la estancia para sustentar el techo. Un techo que debía cubrir 127m2 de superficie. El hogar, también tenía sus cuatro postes en los extremos para reforzar el techo, que debía permitir la salida de humos. El techo se reforzaba también con una ingeniosa solución constructiva de once postes dispuestos en zig-zag embutidos o adosados a los muros.
Desde el Noreste se ven mejor las diferentes alturas de las banquetas y facilita la imaginación del uso que debieron tener. La deducción de que este espacio debió ser exclusivamente político se sospechó ya en 2013 porque, aparte de las banquetas que invitan a sentarse, destacaba la ausencia de elementos que dieran cuenta del procesamiento de alimentos o de la producción de objetos. Un espacio casi completamente vacío en el que solo aparecieron unos pocos y exquisitos recipientes cerámicos recostados en las banquetas del fondo. El desccubrimiento en 2014 de la tumba principesca en este sector, certificó su uso político detentado por la clase dominante y logró resolver la paradoja de las otras tumbas que habíamos excavado el año anterior, dado que todas ellas pertenecían a clases de inferior categoría social.
Calculamos que en las banquetas podían caber unas 50 personas sentadas. ¿Qué otra cosa harían sino reunirse para resolver temas decisivos de la comunidad? Una comunidad de pares no lo parece, dado que las banquetas y el podio son indicios de una distribución y posición de jerarquía social.
