A vista de Drone
La Almoloya parece navegar en ese encrespado mar de pinos reforestados que comenzaron a expandirse de la mano de Codorniú, a finales del siglo XIX. En tiempos argáricos había pinos, y los usaban para la construcción y la combustión pero en modo alguno llegaron a colonizar el paisaje tal y como lo reconocemos hoy en estas vistas y otros muchos parajes de la región. Para acercarnos al verdadero paisaje en el que habitaron las gentes argáricas tenemos que despejar esta cantidad homogénea con un mismo verde y añadir enebros, encinas y más especies arbóreas que convivían con un sotobosque de romeros, malvas, tomillo y bojas