320.000 litros para una gran urbe
Un asentamiento urbano de semejantes dimensiones y trascendencia necesitaba, para su correcta gestión, no solo de estructuras de carácter defensivo, sino también de espacios comunales destinados a satisfacer las necesidades primordiales de la comunidad. En este sentido cabe destacar el enorme depósito de agua situado en la ladera baja suroriental y el descomunal dique de contención emplazado al norte.
Aun con el colosal Cabezo Gordo al norte, la balsa no queda empequeñecida. Llegó a tener capacidad para contener hasta 320.000 litros de agua, algo para nada usual en aquel tiempo.
Tras las tareas de restauración este es el aspecto actual de la balsa. A pesar de haber recuperado parte de su majestuosidad, las margas amarillas impermeabilizantes ya no recubren su superficie, y, junto a los drenajes estratégicamente ubicados, el que fue el principal suministro de agua, 4000 años atrás, para los residentes de La Bastida, se ha desprendido de su función para mostrar la grandeza de su obra.
Reconstrucción de la balsa alrededor de 1800 antes de nuestra era.
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